Loraldia Kultur Elkartea subraya el éxito de la 8ª edición del Festival Loraldia

Loraldia Kultur Elkartea subraya el éxito de la 8ª edición del Festival Loraldia

  • Loraldia Kultur Elkartea ha realizado una valoración muy positiva de la 8ª edición del Festival Loraldia en todos los aspectos: a nivel artístico, la alta calidad de todas las propuestas artísticas presentadas; en cuanto a la organización, se han podido desarrollar todas las actividades y recuperar el aforo; el público ha respondido positivamente; y Loraldia Festibala ha conseguido una vez más hitos culturales históricos.
  • Loraldia ha reunido a más de 5300 espectadores/as durante 20 días y en 14 espacios diferentes en las 28 actividades propuestas.
  • 112 artistas llegados/as de toda Euskal Herria han participado en Loraldia y, una vez más, han ofrecido momentos únicos e irrepetibles.

Loraldia Kultur Elkartea ha valorado la 8ª edición del Loraldia Festibala. La octava ha sido una gran y fructífera edición. La valoración es totalmente positiva.

En esta edición se ha recuperado el aforo de las salas, todas las actividades se han desarrollado sin restricciones y hay que destacar la calidad artística de las propuestas presentadas.

La 8ª edición del Festival Loraldia se ha convertido en una edición de la recuperación de muchas costumbres y hábitos de vida anteriores a la pandemia. En cuanto a la organización, ha facilitado el desarrollo del festival con todas las garantías. Para los y las  artistas ha supuesto una vuelta a su actividad en condiciones normales. Y el público ha podido disfrutar como antes de la pandemia.

Por otra parte, han llegado a Bilbao numerosas propuestas culturales en euskera y Bilbao se ha convertido en centro y capital de la creación cultural en euskera durante tres semanas. Casi 120 artistas de toda Euskal Herria se han dado cita en 14 espacios diferentes.

En cuanto a la respuesta del público, Loraldia Kultur Elkartea se muestra satisfecha con los datos obtenidos. El Festival Loraldia ha sido el primer evento de esta envergadura que ha recuperado aforos completos. Aunque se ha detectado que gran parte de la sociedad tiene reticencias a acudir a actos en espacios cerrados, los datos han sido positivos.

Así, la 8ª edición del Festival Loraldia ha reunido a más de 5.300 personas.

Artísticamente, Loraldia Festibala ha traído a esta octava edición una gran variedad de formatos, estilos y creaciones. Y se han conseguido algunos hitos memorables.

Así, el festival ha contado con la presencia de grandes nombres de la cultura vasca: Joseba Sarrionandia, Ruper Ordorika, Bernardo Atxaga, Uxue Alberdi, Amaia Lasa, Urbil Artola, Hedoi Etxarte, Alaine Agirre, Olatz Salvador, entre otros/as.

Y hemos vivido momentos culturales históricos y memorables. Algunos reseñables, como reagrupar a miembros de la banda Pott en el concierto en Bilbao de Hautsi da anphora; vivir el privilegio de escuchar a Maddi Oihenart interpretando las canciones de Mikel Laboa; traer la obra de Walt Whitman al euskera de la mano de Amaia Lasa y Urbil Artola; celebrar la prolífica creación de Muguruza en el concierto Muguruza Mani-Fest; o far forma a la producción de Loraldia Kultur Elkartea Mira hadi. Eulalia Abaitua andre-begietan

Cabe destacar también Loraldia Terminala, la primera cosecha de la línea de trabajo Gaztea que ha abierto Loraldia Kultur Elkartea. Se ha creado en Zorrotzaurre la cantera de jóvenes creadores/as vascos/as y allí se ofreció una programación especial durante toda una jornada.

Datos de la 8ª edición del Festival Loraldia 

En 20 días se han realizado 28 actividades en 14 espacios del centro de Bilbao.

112 artistas de toda Euskal Herria han participado este año en Loraldia. Sus creadores/as han tenido la oportunidad de dar a conocer sus propuestas en Bilbao. Y, al mismo tiempo, el público ha podido descubrir a nuevos artistas y disfrutar de nuevas creaciones.

En cuanto a la afluencia de público, Loraldia ha reunido en estas tres semanas a más de 5.000 personas. Y el porcentaje de ocupación de los espacios ha sido del 84,5%.

No se puede olvidar la comunidad de amigos del festival Loraldia, Lorazainak. Al cierre de esta edición contamos con 1951 lorazain, 166 más que en la edición anterior.

Valoración artística

Durante estos 20 días se ha acercado un gran número de espectadores/as que han destacado la calidad de las propuestas artísticas. Los gestores de la salas han estado encantados/as pese a la preocupación previa del público. El público, por su parte, ha salido emocionado y feliz de las actuaciones. 

El resplandor de los ojos es testigo. Esto es lo que nos da fuerzas para seguir emprendiendo el camino.

Por encima de nosotros sólo las estrellas

En la octava edición hemos tocado el cielo. Cielo artístico, por supuesto. Los/as creadores/as no han defraudado y se ha destacado la calidad en los espectáculos.

Los nombres de referencia brillantes (Bernardo Atxaga, Ruper Ordorika, Joseba Sarrionandia, Amaia Lasa, Uxue Alberdi, Patxo Telleria, Urbil Artola, Ixiar Rozas) han mostrado un gran momento artístico y los nuevos nombres (Maria Oses, Hedoi Etxarte, Lide Hernando, Xanti Agirrezabala, J Martina, Beñat Yuste, Juantxo Arakama, etc.) han dibujado un amplio panorama.

Todos los años abrimos nuevos espacios. Ejemplo de ello es este año Loraldia Terminala de Zorrotzaurre. En esta plaza para jóvenes hemos dado los primeros pasos. Cada año asumimos riesgos. Ha habido muchas vanguardias en las tablas. La vanguardia de antes y de hoy nos hace lo que somos.

Todos los años creamos producciones propias. El espectáculo de este año, Mira hadi. Eulalia Abaitua andre-begietan ya está preparado para partir de pueblo en pueblo.

Por encima de nosotros sólo las estrellas, decía Hedoi Etxarte en Itsasmuseum. Así hemos vivido la edición de este año. ¡Ha sido colosal!

Son numerosas las vivencias, sensaciones, emociones que quedarán en el corazón Nosotros hemos escogido nueve lirios, nueve hitos:

  1. BANDA POTT

Ruper Ordorika, Bernardo Atxaga, Joxe Mari Iturralde y Joseba Sarrionandia, fundadores de Pott Banda, volvieron a unirse, al cabo de cuatro décadas. Fue un momento muy memorable.

Recordamos lo que fue un hito de nuestra cultura contemporánea y, al igual que en aquella época, volvimos hoy a mirar el futuro que habían roto. ¡El concierto fue colosal! Las canciones de Ruper Ordorika no han envejecido y nos emocionaron vestidos con nuevos matices. Los textos de Atxaga, Sarrionandia e Iturralde, por su parte, fueron resquebrajados.

La sala abarrotada (los gestores de la sala Euskalduna nos felicitaron), celebramos que se ha roto la anphora.

  1. EULALIA ABAITUA

Apareció en el teatro Arriaga la primera mujer fotógrafa de Euskal Herria. La vida de Eulalia Abaitua y sobre todo las obras de imagen hablan de nuestro ser. Me acuerdo de que somos memoria o casi nada, como decía Sarrionandia. Compartimos nuestra memoria con la mirada contemporánea.

La obra de teatro que ha escrito Patxo Telleria también refleja nuestro ser. ¿Qué éramos? ¿Qué somos? 

Loraldia ha traído a la primera línea a la precursora del florecimiento de la luz desde  la sombra.

Ahora ya está lista para ir de pueblo en pueblo.

  1. LORALDIA TERMINALA

Loraldia Terminala es la nueva plaza de la creatividad juvenil. Situada en pleno centro de la isla de Deusto y en el proyecto de futuro de Bilbao, este espacio ha abierto un escenario fructífero para los/as jóvenes. En este espacio, que tiene forma de lugares alternativos a Berlín, fue elegido campeón de Euskal Herria de beatbox: el joven Ike, de Tudela. En lo literario, el fecundo sábado que sacudió la proclamación de Maria Osés «estamos condenados a crearnos mutuamente».

En teatro, por su parte, Xanti Agirrezabala lanzó una pieza sorprendente, que ensalza el placer.

Los espectaculares bailes de la compañía Kresala y el pop electrónico de J Martina redondearon esta plaza de la creatividad juvenil.

  1. XENDARINEKO AHIZPAK Y LOS CEREZOS EN FLOR

Los cerezos que limitan el muelle Marzana estaban en flor, cuando las hermanas de Xendarineko ahizpak vinieron de Baigorri a Bilbao. Bajo las espectaculares florecillas las transparentes voces de estas hermanas de Urepel animaron Bilbao La Vieja y las Siete Calles.

Las canciones populares nos fascinaron junto con el arte contemporáneo y el vermut. Era la primera vez que las hermanas cantaban en Bilbao. Estábamos traspasando la frontera entre el norte y el sur. En la galería de arte Espacio Marzana, por su parte, la palabra diversidad en 90 lenguas y el perfume de la larga historia del vermut Acha en los labios. ¡Encantadora mañana dominical!

  1. AMAIA LASA EN LAS HOJAS DE HIERBA

La poetisa Amaia Lasa comenzó a escribir en la década de los 70. No ha sido una mujer de plazas y por eso tiene menos reconocimiento del que merece. Loraldia la ha traído a escena.

Ha creado un fantástico viaje sobre la obra Walt Witman y tuvo al lado la banda que acaba de crear Urbil Artola. Cinco músicos para adentrarse en el mundo folk americano y la referencia del disco Belar Hostoak, de Txomin Artola. Qué dulzura, sosiego, encanto tan hermoso como la libertad del poeta norteamericano.

  1. LABOA Y MADDI

La hija de Mikel Laboa nos contó que este admiraba a Maddi Oihenart. Una vez le pidió a la artista que cantara delante de él, pero en el repertorio de Maddi apenas había canciones de Laboa.

Loraldia le pidió arreglar cinco canciones del donostiarra. Ha sido una experiencia inmejorable. Ensamble Kuraia, maestros de la música contemporánea, ha ayudado a Maddi a desenvolverse en el universo de Laboa.

Hubo momentos emotivos. La voz de plata adquirió la transparencia de la selva de Arbaila hasta humedecer el corazón.

  1. HEDOI ETXARTE, EL DEL ESTE

Hedoi Etxarte y los amigos vinieron al oeste para promocionar su poesía, su obra Sortaldekoak. Era la primera vez. Espectáculo también en estreno. Con la ayuda de la banda Brother Brass los textos del de Inuin nos recordaron a Gabriel Aresti. Las calles arriba y abajo, las personas comprometidas, el sufrimiento del hombre, forman parte del libro Sortaldekoak, al igual que en los poemas de Aresti.

Poemas musicados o con sonidos ambientales urbanos completan un viaje. Un viaje que va a nuestras entrañas interiores.

  1. EL VENDAVAL DE ARAKAMA Y LA BASU

Preveíamos que Muguruza Mani-Fest iba a ser una gran fiesta, pero fue más allá de lo que pensábamos de antemano. Este concierto nos ofreció el final apoteósico que este gran festival necesitaba.

El Kafe Antzokia abarrotado y los/as espectadores/as sintiendo y disfrutando de las notas musicales una a una. Manos en alto, corazones vibrando y toda una vida pasando por nuestra memoria.

Ion Celestino abrió la noche con suaves sonidos soul. La Basu puso luego en escena un rap salvaje que nunca habíamos escuchado antes. Junto a ella dos raperas llegadas de Valencia y Galicia. Escuchamos las palabras de Fermín Muguruza en catalán y gallego, mientras el público daba saltos.

Para cerrar la noche: el huracán de Arakama. Con las primeras notas de Radio Rahim estalló el Kafe Antzokia. El ambiente se caldeó y el baile del ska volvió otra vez a la sala. Inolvidable, había “una marcha increíble”. Fermín Muguruza volvió a Irun fascinado.

  1. GERORIK BALEGO

El cierre del festival nos lleva cada año al Guggenheim. Alaine Agirre ha creado para esta edición un texto literario con un sinfín de preguntas.

Desde el existencialismo hizo un repaso a nuestra vida. ¿Cuántos botes de cristal vacíos guardamos en el armario?

Las bertsolaris se pusieron en la piel de los refugiados ucranianos, analizaron las preocupaciones de la lucha de género e hicieron un repaso a la situación del euskera.

Olatz Salvador, por su parte, adaptó la canción Gona de Maite Larburu y presentó, entre otras, un nuevo tema (Gerorik balego), creado expresamente para el evento. “Erori eta gero gorantz”, después de caer, de nuevo hacia adelante, repetía el estribillo. Muy emocionante.

Una perfecta conjunción de tres áreas creativas. Hemos sembrado para traer los brotes  de los próximos años.

Loraldia es mucho más que un festival

Más allá del hito del festival, Loraldia es un foro que permite el intercambio de ideas y creaciones. He aquí algunas de las miradas que se han avivado este año:

EL FESTIVAL REÚNE A UN MUNDO

La sombra de Gabriel Aresti ha sido alargada en esta octava edición.

Bernardo Atxaga citó en dos ocasiones a Aresti en Hautsi da Anphora. En definitiva, Atxaga es escritor gracias al empuje de Aresti, y así le devolvió el agradecimiento. Recordó dos cartas de Aresti. En la segunda haciendo referencia a la guerra de Vietnam. ¿Por qué los americanos ponían bombas dentro de los muñecos para niños/as? Un salvajismo incomprensible. “Beti paratuko naiz gizonaren alde” (Siempre estaré del lado del hombre).

Irati Jiménez recordó la enseñanza sobrenatural de “Nire aitaren etxea”. Defenderé la casa, sin brazos, sin hombros, sin pecho…

Loraldia se une a este manifiesto en favor de nuestro ser y nuestro nombre. Porque esta gran fiesta de la cultura vasca contemporánea es reflejo de nuestro ser y nombre.

Las hermanas de Xendarineko ahizpak cantaron a cappela Emazurtz en el muelle Marzana. Escuchamos el poema de Aresti en el mismo malecón en el que hace cien años se cargaba el hierro: “Hi haiz Euskal Herria / Herri nekatua / Inork ezagutzen du / Hire bekatua? / Baina inoren zorrik ez dun ordainduko / heure etorkizunak/ ditun apainduko.” 

El compromiso de Loraldia se extendió a los cuatro vientos: seguimos trabajando por el pueblo, desde el euskera y en euskera.

COMBATIENDO LA BARBARIE

Loraldia no es un mero entretenimiento. Más aún, Loraldia tiene un firme compromiso humano. Walt Whitman pidió la melodía de un nuevo mundo a través de la voz de Amaia Lasa. Atxaga, por su parte, denunció la brutalidad utilizando una imagen de Paul Klee. Se oyen ruidos de guerra fuera de Loraldia y en el seno del festival los/as creadores/as se han levantado contra la guerra. El dolor que genera la migración ha sido visible en las tablas. La explotación del sur se ha reflejado en palabras. Los esclavos de hoy viven cerca. La poesía, la canción y el arte visual se han levantado pidiendo justicia.

Por eso el festival es y ha sido necesario desde su creación. Arma para combatir la barbarie humana.

SEDIENTOS DE DANZA Y AGUA

Este año hemos ocupado en tres ocasiones el Guggenheim, símbolo del arte de vanguardia de esta ciudad. En el Atrio pudimos disfrutar con la coreografía de la compañía Haatik (un espacio espectacular). Ahí sonaron las palabras de Koldo Izagirre, entre el público procedente de numerosos países: «Etxea egin daiteke ametsez». Soñamos con una casa nueva. Con una casa hecha de agua vibrante. En esta sociedad líquida nos agarramos de nuestra lengua y tenemos que destacar la fuerza que ha tenido la palabra en la octava edición. Al final de la coreografía los/as bailarines/as se empaparon de agua. Una poderosa imagen metafórica, en verdad.

El público saludó de pie y con aplausos la nueva coreografía de la compañía Aukeran: Migratzaileak. Un espectáculo redondo. Música épica de Xabi Aburruzaga, trabajo de dirección artística de Edu Muruamendiaraz, la habilidad del grupo de bailarines/as para hablar de migración. La danza nos llevó por tierras admirables. Por eso el público se levantó profundamente emocionado. Fueron parte de la fiesta de emociones.

La fuerza de la danza ha quedado patente en esta octava edición. Además de lo anteriormente mencionado, hay que destacar la coreografía del grupo de danza Kresala, Aztarnak, mihisean dantzan, que fue estrenada en el festival. Era la primera vez y el estreno nos dejó huellas. Los pies de los/as bailarine/as dibujaron impregnados de pintura negra sobre papel blanco. Una imagen poética y absolutamente bella.

La fuerza de la danza ha quedado patente en esta octava edición. Además de lo anteriormente mencionado, hay que destacar la coreografía del grupo de danza Kresala. Jóvenes dantzaris interpretaron el estreno en el festival de la obra Aztarnak. Dantza Mihisean. Era la primera vez y el estreno dejó huella. Los pies de los bailarines/as se dibujaron impregnados de pintura negra sobre papel blanco. Una imagen poética y absolutamente bella.

EN EL CAMINO DE LA EXPERIMENTACIÓN

El Mugmus Laborategia trajo a la Alhóndiga una fina reflexión sobre el tiempo. Contemporánea, en el palacio de lo contemporáneo. La danza, la música y los textos de Alaia Martín fueron fusionándose en el hilo del tiempo.

La experimentación abre nuevos campos y Loraldia tiene esa tendencia. También en La Fundición el espectáculo titulado Unisonoa recorrió los territorios de la experimentación. Basándose en los sonidos imaginaron un sueño, moviendo las entrañas de los/as espectadores/as.

POR ENCIMA DE LOS LÍMITES DEL NORTE Y SUR

La experiencia digital Boza planteó una reflexión: cómo superar las fronteras entre nosotros/as. Especialmente entre el norte y el sur. Lide Hernando, Maddi Oihenart, Maddalen Arzallus, Itziar Ugarte, Johañe Etchebest y Aitor Argote se unieron en la conversación y concluyeron que la solución es la cultura.

Muchas veces hemos proclamado que la creatividad es el camino. Este es el recurso que vemos para superar las fronteras entre nosotros/as. La cultura nos une, nos une el euskera. ¡Sigamos creando, uniendo al pueblo y fijando lo que somos!

Mención especial a patrocinadores y colaboradores

El Festival Loraldia cuenta con la colaboración de instituciones, agentes, creadores/as y otros/as.

En su octava edición ha contado con el apoyo del programa TopArte del Museo Guggenheim Bilbao. Gracias al convenio con Euskal Kultur Erakundea, Loraldia tiene la oportunidad de traer propuestas de Iparralde a Bilbao. Ha contado con la ayuda de la Fundación Elkar para realizar presentaciones literarias. Dantzerti se ha sumado este año a  Loraldia Festibala, y las jornadas Arrakalak han formado parte del programa.
Euskal Telebista ha participado en la Experiencia Digital, Bozak.

Y numerosos medios de comunicación se unen a Loraldia para difundir las actividades y los trabajos de sus creadores/as: Berria, Gara/Naiz, Deia, Kmon, Bilboko Uriola, Hiruka, Anboto, Aikor, Aiaraldea, Begitu, Radio Euskadi, Euskadi Irratia, Euskadi Gaztea, Naiz, Bilbo Hiria y Bizkaia Irratia.

Por último, Loraldia Kultur Elkartea quiere agradecer especialmente a los tres patrocinadores de Loraldia Festibala su colaboración. El Ayuntamiento de Bilbao, la Diputación Foral de Bizkaia y Laboral Kutxa han estado estas semanas con Loraldia. Hemos tenido vuestra ayuda, vuestra ayuda y vuestro coraje.