La 9ª edición del Loraldia Festibala muestra el máximo nivel de las expresiones culturales en euskera

Loraldia Festibalaren 9. edizioa

La 9ª edición del Loraldia Festibala muestra el máximo nivel de las expresiones culturales en euskera

  • Loraldia ha realizado una valoración muy positiva en todos los aspectos de la 9ª edición del Festival Loraldia: a nivel artístico, la alta calidad de todas las propuestas artísticas presentadas; el público ha dado una respuesta positiva; y Loraldia Festibala ha alcanzado una vez más hitos culturales históricos.
  • Loraldia ha reunido a 4.207 espectadores en 25 actividades llevadas a cabo durante 17 días y 14 espacios diferentes.
  • En esta edición han participado más de 150 artistas en Loraldia que, una vez más, han ofrecido momentos únicos e irrepetibles.

 

Loraldia ha realizado una valoración de la 9ª edición del Loraldia Festibala. La reivindicación de la novena edición era demostrar que la cultura es un martillo y hemos recibido y dado unos martillazos preciosos. Hacemos una valoración positiva en todos los ámbitos.

Queremos destacar el alto nivel de calidad artística de las propuestas presentadas en el festival. Hemos tenido grandes referentes culturales en esta edición y hemos vivido momentos memorables. Junto a ellos, creadoras/es jóvenes y noveles, con propuestas de gran calidad, interesantes y de gran aportación

Durante tres semanas, Bilbao se ha convertido en el gran escaparate de las manifestaciones culturales creadas en euskera. Más de 150 artistas han pasado por Loraldia en 14 espacios diferentes.

Loraldia se ha consolidado y se ha convertido en un referente. La sociedad espera a Loraldia y a lo que aporte el festival. La respuesta del público ha sido extraordinaria y las entradas para algunas actividades se han agotado en cuanto se han anunciado. La 9ª edición del festival Loraldia ha contado con la presencia de 4.207 espectadores, con un 77% de ocupación de los aforos.

A destacar los agentes culturales referentes de este año: Gabriel Aresti, Ruper Ordorika, Bernardo Atxaga, Benito Lertxundi, Inés Osinaga, Kukai, Castillo Suárez y la fuerza de la cantera de jóvenes creadoras y creadoes. Vivimos un florecimiento: ErrE, Formol, Habia, Silitia,… Sin duda, la nueva generación de creadores culturales en euskera trae consigo el deseo de hacer y mostrar un nuevo camino y punto de vista.

Datos de la 9ª edición de Loraldia Festibala

La 9ª edición del Festival Loraldia ha ofrecido durante 17 días 25 espectáculos diferentes en 14 espacios diferentes de Bilbao.

En la edición de este año han participado más de 150 artistas, con un notable incremento de jóvenes creadores y artistas. Hemos tenido grandes referentes y también jóvenes creadores.

En cuanto al número de espectadores, las 25 actividades que ha ofrecido el festival han reunido a 4.207 personas. Y el llenado de salas y espacios ha sido del 77%.

No se puede olvidar a la comunidad de amigos del festival Loraldia, Lorazainak. Al final de esta edición contamos con 2.220 Lorazainak, 269 más que en la anterior.

Valoración artística

¡Ha sido colosal! En este fin de invierno y comienzo de primavera de 2023 hemos lanzado un gran festival. ¡Espectacular, emotivo, innovador y memorable! Creaciones de excelente calidad han sido expuestas durante 17 días. Podemos decir que la cultura vasca está en pleno florecimiento.

El trabajo de los nueve años anteriores es evidente. Hemos acumulado experiencia. Abarrotado de público en varias actuaciones. Más público que nunca. Técnicamente todas y cada una de las actuaciones han entrado en escena a la perfección. La novena edición ha sido redonda.

La multitud de espectadores agradeció (varias veces de pie y con aplausos) esta fiesta de nuestro nuevo imaginario. A menudo las palabras se han quedado breves para expresar la fascinante experiencia que hemos vivido en esta edición.

“Kimu bat zuhaitzan” cantó Benito Lertxundi en el Teatro Arriaga. Hemos sembrado esa semilla en Loraldia.

Stone Country

Tiriki Tauki Tauki, el sonido del martillo abrió la novena edición. Durante estas tres largas semanas hemos trabajado en la Euskal Harria de Gabriel Aresti.

En palabras de la escritora Sonia González «el Stone Country es el nuestro».

Zeren plantak egiten gabiltza orain? Egia bat esateagatik, inor ez gaude prest, nonbait, eskua, mihia, izena, aulkia galtzeko” (¿Qué fingimos ahora? Por decir una verdad, nadie parece dispuesto a perder la mano, la lengua, el nombre, la silla), declaró la poeta baracaldesa en la comida espectáculo Bilbon dabil Gabriel Aresti. Se empezaron a calentar las entrañas.

“Apur dezagun katea”  cantamos a continuación. Pasamos un día entero de la mano de Aresti por Bilbao y con nosotras Andere y Nerea, hijas de Aresti. Cuánto le debemos a Aresti.

Hablábamos del objeto del arte y en las canciones la respuesta de Aresti era: «Mi poesía es muy barata, la tomé gratis de boca del pueblo». 25 espectáculos, 25 martillazos. “Nire poesia mailu bat da” (“Mi poesía es un martillo”) fue el punto de partida Loraldia y ha vuelto a agitar los corazones de las/os vascos.

A lo largo de la ría del Ibaizabal pudimos observar las cinco metaformosis de Bilbao y en el puerto de Zorroza gritamos: «Siempre me pararé por el hombre»

También llegó Loraldia a Otxarkoaga. Las artes visuales iluminaron bajo la lluvia un recorrido arestiano por nuestra ciudad. A partir del cuento de Aresti “Jainkoa Otxarkoagan jaio da”, preguntamos qué tipo de futuro queremos para Bilbao.

La anphora estaba en Etiopia

“Bilbo da Aresti” señaló Bernardo Atxaga en su primera actuación, mientras presentaba Hautsi da Anphora Zuzenean.

Reconoció que el mejor amigo de la poesía es la música y así sus primeros poemas (Etiopía) han traspasado el límite del tiempo. Nos han llegado de generación en generación en las alas de las canciones de Ruper Ordorika. Roto el anphora, se abrió un nuevo universo y en él navega Loraldia en plena vela. 

Soka-dantza contemporánea

Tuvimos que romper con el pasado para tener un imaginario nuevo y contemporáneo. Reflejo de ello es la creatividad de Kukai Dantza Konpainia.

Y ahora es una celebración de veinte años de cosecha. Parte de la soka-dantza y se sitúa en una estética distópica. Las luces y la música en directo aliñan un espectáculo tremendo. Las danzas, en cambio, pueden ser metáforas de la solidaridad humana. De la mano las soka-dantzak abren una ventana a la esperanza. El gran formato y el uso del amplio espacio han construido, esta vez, una visión insólita y sorprendente.

Kangaroo australianos

Partimos hacia Australia de la mano de la poesía de Martín Etxebarria. El explorador Cook preguntó a los nativos cuál era el nombre de aquellos animales de aspecto de grandes ratas. – Kangaroo, le respondieron. El colonialista inglés pensó que era el nombre del animal, pero en realidad “no te entiendo” era lo que le decían. El escritor ha convertido esta leyenda en un poema.

Es difícil entender este mundo extraño y Martín Etxebarria, con la ayuda de la guitarra de Oier Aranzabal, lanza más preguntas que respuestas en sus libros.

Gutik nira

Anonyme Popular ha sido una de los artefactos más bellos surgidos del bertsolarismo que hemos visto en nuestra corta historia. Disfrutamos mucho. Contemporáneos completos, en estética y mensaje. Una oferta de cambio de paradigma. Un discurso en el que del nosotros salta al yo. Un relato irónico, una forma de mirar a la sociedad. Genera dudas y preguntas. El ambiente contemporáneo creado por las palabras de Igor Elortza y la música de Rafa Rueda volvió a ser un martillazo. Una reflexión constante imprescindible para afrontar el futuro. Pongámonos en duda como hace el gran arte.

Volando en Bas(h)oan

La vanguardia vasca es la familia Axiari y la encontraremos en manos y voces de Joseba Irazoki. El proyecto Bas(h)oan no tiene etiqueta, ya que es totalmente innovador. Actualmente se está preparando el segundo ejemplar y en Loraldia se alternaron las primeras canciones con las nuevas creaciones que recogerá el segundo.

La voz de Beñat Axiari tiene once registros y todos son absolutamente sorprendentes. Las melodías de guitarra de Joseba Irazoki recorren el mundo psicodélico creando ambientes de vanguardia. Julen Axiari, por su parte, es un maestro en percusión. A Loraldia trajeron a un cuarto amigo para compaginar la melodía del bajo: Oihan Oliarj-Ines. Este cuarteto nos ofreció un concierto increíble.

Los límites de estos músicos son vagos. En Baltimore de EE. UU. maduraron canciones del cantautor Robbie Basho y entre las nuevas canciones encontramos poemas de Itxaro Borda. El aire suletino inundó la sala del Itsasmuseum.

La vuelta del Surrealismo

Las artes visuales son la creatividad que brota con fuerza en la escena actual. En Loraldia de este año también han tenido un espacio espectacular: los espectáculos  Bilbo – Otxarkoaga, biola bat edo mailu bat, Galerna. Azken Bidaia, Mauriziak ez du inor hil y Suirrealismoa se centran en las artes visuales.

Logela Multimedia llevó el suirrealismo al escenario del Arriaga. Como decíamos, el audiovisual y el baile coincidían en escena. Los surrealistas del siglo XX revolucionaron la mirada del mundo, mientras que Logela Multimedia ha actualizado esa mirada al cabo de cien años. Una labor creativa tremendamente espectacular. Venía de Zaragoza en colaboración con la compañía de break-dance Circle of trust.

El cruce ente Irlanda y Euskal Herria

Se celebra por todo el mundo el St Patrick ‘s Day, con la mirada puesta en Irlanda. Loraldia también puso en la encrucijada a las culturas de Irlanda y Euskal Herria.

Por un lado, Marmara, un trío que huele a kresala, y por el otro, The Potes, un grupo que toca folk-rock salvaje. Así, Mármara cantó dos canciones en gaélico acompañado de un violín. Además, otros tres en lekittarra, para terminar un clásico, Whiskey in the jar.

The Potes, por su parte, alternaron arreglos de The Pogues con sus canciones. ¡Una gran fiesta! Danza y canción hasta agotar el cuerpo.

En un momento dado, aparecieron en el escenario dos músicos de McOnak: Joseba Iturraspe e Irati Irizar. Cuando cantamos las luces del Bar de McOnak, nos imaginamos cerrando el último pub cuando tocaba la campana. Noche mágica dijo Joseba Iturraspe. Inolvidable para los/as que lo vivimos.

Perfume de tierra que desprende melodías

El último gigante llegó al Teatro Arriaga. Pocas veces hemos visto al Arriaga como en el concierto de Benito Lertxundi. 1003 espectadores, porque todos y cada uno de los rincones del teatro en forma de Ópera de París estaban abarrotados. Subió al escenario con 81 años, 60 años cantando (la primera actuación del bardo de Orio se sitúa en 1963) y 29 canciones en esta exitosa actuación organizada por Loraldia. Teniendo en cuenta que dio un concierto de 135 minutos, todos estos números están a la altura del gigante.

Habló al principio de Iribar, el mítico portero del Athletic. Ambos símbolos de una generación.

Acto seguido nos invitó a un viaje maravilloso. Caminamos por los territorios de Arratia, Zuberoa, Auritz, Baldorba, Orio, Lisboa, Terranova, Irlanda… Huelen a tierra las encantadoras melodías de Lertxundi. También recuperó de nuestra memoria el poema musicalizado de Lizardi Oi lur, Oi lur (creado en 1974).

Bizkaia Maite era imprescindible en Bilbao. Escuchamos las palabras de José Ángel Irigarai con más belleza que nunca. En verdad, más de un espectador derramó una lágrima con incontenible emoción. Se nos fueron Lete y Laboa, Lertxundi sigue en pie, en el centro del escenario.

Llueve

El hotel Alaska fue levantado en la antigua carretera de Etxegarate cuando se hizo el dinero en Alaska. Ahora la carretera no pasa por allí y el hotel está abandonado. Este lugar es el que ha inspirado a Castillo Suárez para crear una hermosa obra poética. Nieva con frecuencia en los textos de la poeta, como si buscara la belleza de la desolación. El piano de Juantxo Zeberio, por su parte, puso la atmósfera romántica.

Saltamos a la Edad Media de la mano de Konthaira. La cuarta creación de este colectivo de Durango, todos presentados en Loraldia, y en todos ellos proponen el reflejo de una profunda investigación histórica. En esta ocasión, en torno al cuento Elur Zuri (Blancanieves) han combinado música, danza y relato en la oscuridad de la época.

La tertulia de filosofía ha sido una de las curiosidades de esta edición. Olatz Mitxelena e Iñigo Martínez se unieron a la conversación, ya que una ha escrito el libro de relatos “Arrain hezur bat eztarrian”, y el otro el ensayo “Pantailen garaipena”. Ambos tienen como objetivo la sociedad actual. A través de la mirada vacilante, útiles para analizar las claves de nuestra vida. Una encendida defensa de lo invisible.

La balada de Milia Lasturko

La performance Mauriziak ez du inor hil llegó  de manos del colectivo que lideran Inés Osinaga y Lorea Argarate, con el que habilitaron la sala de experimentación de la Alhóndiga con fotografías antiguas de Eulalia Abaitua. Miradas femeninas. Es un espectáculo innovador ideado como site specific. Es decir, la visión adaptada para ese día y ese espacio, no volverá a repetirse igual.

La propuesta artística combina audiovisuales, pinturas en directo de una artista, danza y sobre todo varias canciones. Dos baladas antiguas en el repertorio. «Leixibatxoa» y «Milia Lasturko», ambas protagonizadas por mujeres.  

Hay que destacar que la música de este texto del siglo XV en “Milia Lasturko” no ha llegado a nuestro tiempo y ha sido más que un ensayo para inventar una melodía propia del texto. Inés Osinaga, por su parte, estrenó una melodía a capella con ese texto histórico. Más hermosa que hermosa. Resucitó al cabo de 500 años. Debemos tener en cuenta que aquella balada de Milia maltratada fue prohibida en tiempos oscuros. Estos versos en euskera sobre la mujer pobre han impuesto los límites del tiempo, gracias a Inés Osinaga.

Cerramos un círculo como un cromlech. Doce días antes, en nuestro recorrido anterior por el río Ibaizabal también mencionamos y analizamos la balada de Milla Lastur. Aresti escribió el poema Euskal Harria, tomando como referencia esas viejas palabras. “Zerutik erori gabeko harria…”

Aupa Maurizia! se ha convertido en un grito reivindicativo en los últimos tiempos y así fue utilizado en la visión que se hizo en la Alhóndiga.

Desde África a nosotros

Tetuán es el nombre de la tercera película de no ficción de Iratxe Fresneda. Esta vez tenemos como protagonistas a tres trozos de vida. En las tres hay un testimonio migratorio. Al principio nos cuenta cómo llegó el padre del cineasta desde Tetuán a Arrigorriaga. La memoria de una familia y nuestra memoria colectiva. Cuántos vinieron a trabajar al País Vasco desde el extranjero.

Las otras dos son las migraciones de hoy. Mohamed desde el Sáhara e Irina desde Rumanía. Ni de allí ni de aquí. Partícipes de nuestro futuro.

… Y estalló

En la recta final entramos en La Terminal para disfrutar con cinco espectáculos. La Terminal es la plaza de la creatividad juvenil y estos/as jóvenes nos demostraron muy bien lo que viene.

eRRe es un teatro de bertsos que cuestiona el sistema actual con el deseo de abrir otra vía. Un gran martillazo. Nuestro estatus patas arriba. La crítica y la ironía dominan gracias a una nueva mirada. Grupo de jóvenes que intentan quitarse la armadura apretada. Es de agradecer tanta sinceridad escrupulosa.

La coreografía sobre patines Nor ez da inoiz galdu? supuso una nueva forma de bailar. Espectacular, con Jon Estefane y Naroa Ruiz, los movimientos de las dos bailarinas bajo la dirección de Natalia Monge. Música en directo gracias a la voz de Enara González. Creación artística original.

Estuvimos cerca del cielo a fuerza de la música que teje el trío Habia. Violín, viola y violoncello se combinaban con fascinantes juegos de voz. Habia, grupo procedente de Iparralde, parte de nuestras raíces para sacar a la luz la música clásica de hoy. Un concierto encantador, sin ningún género de dudas.

A continuación, el segundo gran martillazo de este día: Formol. Esta joven compañía de teatro ha explotado en nuestra escena de las artes escénicas con su visión performativa llamada Album. “Somos el pueblo que ha saltado de quemar containers a hacer lib-dups”, una de las innumerables perlas que arrojaron. Nada le sobra al texto. Todo es ironía. Todo dudas. El público se veía reflejado y se moría de risa.

Formol inicia una nueva etapa teatral. Lo mismo que los avestruces, han sabido camuflarse bien. Varios espectadores calificaron la actuación de «momento histórico». ¡Estos/as jóvenes han roto por segunda vez nuestra amphora!

Antes de cerrar las puertas de La Terminal subió al escenario el dúo musical Silitia. Con la ayuda de una estética sorprendente, abordan sobre todo la música electrónica. Sonidos contemporáneos, rompedores, contundentes cantando y para terminar la adaptación del Centro de gravedad de Franco Battiato. Es evidente que vienen del mundo del arte.

El último día, nos dirigimos al Guggenheim para disfrutar con la última creación del festival. Siempre es diferente. Siempre es experimentación. Esta combinación de literatura, bertsolarismo y música nos ha dado a menudo momentos memorables. Este año también.

Danele Sarriugarte coge el teléfono y nos cuenta una historia, en tres partes. Primero: el drama de una separación. Segundo: la explicación de la droga popper. Tercero: el after, consecuencia de una gaupasa. El destino, la Utopía; el camino es Queer. La escritora elgoibarresa ha destacado el binarismo y ha reivindicado una nueva forma de vida. Miren Narbaiza le ha puesto un ambiente inmejorable con teclado, guitarra y loops.

La trama de bertsos ha estado tejida por Amaia Agirre e improvisando bertsos por Maddi Ane Txoperena y Maider Arregi. En el camino de la utopía hoy y mañana las bertsolaris han cantado   “gaur eta bihar leku bera dira”  (hoy y mañana son el mismo lugar). Entre todas han creado una actuación muy elegante y emotiva. «¡ Este mundo no es !», han denunciado también. Y para poner un broche final al festival: “segi dezagun eraikitzen euskaraz eta euskaratik” (sigamos construyendo en euskera y desde el euskera), han cantado en la última copla.

Mención especial a colaboradores y patrocinadores 

Loraldia Festibala cuenta con la colaboración de instituciones, agentes, creadores y otros.

La novena edición ha contado con la colaboración de la Asociación Cultural Gabriel Aresti para completar la programación de un día. Gracias al convenio con Euskal Kultur Erakundea, Loraldia tiene la oportunidad de traer a Bilbao las propuestas de Iparralde. Ha contado con la colaboración de la Fundación Elkar para realizar presentaciones literarias. El diario Berria apoya una acción. La asociación ZAWP nos ha cedido el espacio La Terminal. Y, como todos los años, hemos contado con el apoyo del programa TopArte del Museo Guggenheim Bilbao. Este año, la marca KOT ha colaborado con Loraldia.

Y numerosos medios vascos se unen a Loraldia para difundir las actividades y las propuestas de sus creadores: Berria, Gara/Naiz, Deia, Kmon, Bilboko Uriola, Hiruka, Anboto, Aikor, Aiaraldea, Begitu, Gaztezulo, Radio Euskadi, Euskadi Irratia, Euskadi Gaztea, Naiz irratia, Bilbo Hiria irratia, Bizkaia irratia y SER Bilbao.

Por último, Loraldia quiere agradecer especialmente la colaboración prestada a los cuatro principales patrocinadores del Loraldia Festibala. El Ayuntamiento de Bilbao, la Diputación Foral de Bizkaia, el Gobierno Vasco y Laboral Kutxa han estado estas semanas con Loraldia. Hemos tenido vuestra ayuda, vuestro apoyo y vuestro coraje.